MI BLOG DE COCINA

lunes, 1 de marzo de 2010

TACOS, INSULTOS y DEMÁS LINDEZAS


No se me soliviante el personal que no es mi intención comenzar aquí un “Diccionario Panhispánico de Tacos” (aunque tengo que reconocer que material no me falta). Tampoco se me vayan los impacientes que no toca soltar una soporifera diatriba sobre lo mal que hablan lo jovenes de hoy en día (aunque también podría hacerlo con poco esfuerzo mental). Hoy me apetece, y no me preguntéis el porqué, hablar sobre la riqueza del idioma castellano que, casi sin dudar, es uno de los grandes idiomas mundiales que presenta mayor número de sinónimos y, lo que es más curioso, mayor número de interjecciones e insultos.

Estableciendo la comparación con “el inglés”, que domino “porque es bajito y se deja” (lo siento, no he podido evitar caer en el chiste tonto), nos damos cuenta que tanto en calidad como en cantidad les ganamos por goleada.

Hace unos años me hicieron llegar una lista de insultos y tacos en inglés que no ocupaba más allá de una hoja y, lo que es más curioso, solo contenía 2 o 3 conceptos combinados de diferentes maneras. A los anglosajones, si les sacas del FUCK (“fuck you”, “go fuck yourself”, “fucking bastard”,……) y del COCK, o DICK para los finolis, (“dick blower”) no tienen mucho más que ofrecer en este campo. Alguna que otra palabra adicional para mentar a la dudosa profesión de tu madre y poco más.

Sin embargo, en el Castellano, tenemos una gloriosa cantidad de insultos, que además se ven complementados por todos sus sinónimos, y que son capaces de aludir a todos tus parientes, sus atributos personales, sus profesiones, la fidelidad de sus conyuges, etc. Para no caer en el lenguaje soez, voy a limitarme a poner solo un ejemplo: para insultar a un hombre indicando que su esposa/conyuge/mujer/compañera le engaña con otro hombre podemos llamarle CABRÓN pero también podemos usar CORNUDO, ASTADO, CABRÓN, CONSENTIDOR, SUFRIDO…… Si a esto añadimos que la misma palabra (CABRÓN) puede tener el significado de CANALLA, MALEVOLO, MALA PERSONA y que para este otro significado podemos usar también otros sinónimos tales como HIJO PUTA (por decir el más fuerte) nos daremos cuenta de la riqueza de nuestro idioma.

¡Y hay más!, porque la sola entonación que se ponga en la palabra o incluso el origen geográfico puede cambiar totalmente el significado de la misma trocando el insulto en apelativo cariñoso. Veamos, también un par de ejemplos. en Euskadi a los amigos, cuando hacen algo gracioso, les solemos decir “¡QUE PEDAZO DE CABRÓN!” y no estamos aludiendo a sus apéndices frontales sino simplemente diciéndoles “¡QUE BUENO ERES!” (con un cierto sentido de “¡que listo eres!” o “¡que pícaro eres!”). En el sur, en Sevilla por ejemplificar, te pueden llamar “HIJO PUTA” y no están tratando de decir que tu madre se dedica a la profesión más antigüa del mundo, sino que están usando un apelativo cariñoso. Otra cosa es que el que habla ponga la preposición “de” por medio, ya que entonces es mejor que te plantees soltar un par de guantazos. Ahora, eso si, a un sevillano no le llames CABRÓN ni a un vasco le increpes de HIJO PUTA porque la cosa se puede poner muy caliente.

Como habéis podido comprobar, me he referido solo a las palabras “fuertes” porque si me voy a las menos malsonantes podría escribir un tratado de 2000 páginas (por la cantidad de material que hay). Los “idiota”, “imbécil”, “estúpido”, “sinverguenza”, “desgraciado”, “malnacido” así como los “tonto del culo” (abreviado “tontolculo”), “gilipollas”, “soplapollas”, etc. pueden servir como un pequeño ejemplo de lo que el idioma cervantino nos ofrece en este campo.

No he entrado tampoco en el apartado más concreto de las BLASFEMIAS, tema en el cual también les damos “sopas con honda”, porque se me ha acabado el tiempo y, ¿por qué no decirlo?, el miedo es libre y no quiero que me pase como a Don Quijote cuando soltó aquello de “¡con la Iglesia hemos topado, Sancho”!.

Un abrazo “sin exabruptos”,

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