Los más avispados os habréis dado cuenta que he entrecomillado el
“Esperanza” y he cambiado “Caridad” por “Sanidad”. Seguro que, incluso, alguien
se ha dado cuenta que hago referencia a Dña. Esperanza Aguirre (presidenta de
la Comunidad de Madrid). ¡¡ Si es que hay gente inteligente en todos los sitios
!!.
Vamos a por el titular: “Un
fallo eléctrico suspende el sistema informático en siete hospitales de Madrid”.
Por lo visto, siete hospitales de la Comunidad
de Madrid han visto como se esfumaba su sistema informático debido a una
caída de tensión en el Centro Tecnológico de Tres Cantos que es donde se ubica
el servidor central.
Este hecho, que podría ser un fallo puntual (de los que le puede pasar “a
cualquiera”), no sería realmente motivo de comentario si no fuera porque
“llueve sobre mojado”. La sanidad en la Comunidad de Madrid (igual que la
educación y todo lo que huela a gestión pública) se está deteriorando a pasos
agigantados desde que es presidenta la Sra. Aguirre. No es que lo diga yo, solo
hay que acudir a las hemerotecas y ver lo que declaran los pacientes, médicos,
enfermeras…… Eso si, no se puede negar que “la calidad moral” de las
decisiones médicas ha mejorado ostensiblemente, con la presencia de los
sacerdotes en los Comités Éticos de los hospitales.
La consecuencia de la política de la Sra. Aguirre, que parece
ultra-liberal en lo político (no diré que es “Neo-Con” porque esto está ya
transnochado) y ultra-católica en lo religioso, está consiguiendo que una
sanidad que era la envidia de muchos, se esté convirtiendo en el calvario de
todos.
Casi parece que estemos ante un plan perfectamente estudiado y
coordinado para desprestigiar lo público en favor de lo privado.
Pero eso, ¡¡ No puede ser cierto !! ¿o sí?. Me da miedo estar cayendo en la
paranoia de ver conspiraciones en todos los sitios.
Por favor, Sres. Madamases de la Comunidad de Madrid: Cumplan con su obligación de cuidar de que los servicios
funcionen bien (para eso les pagan). No se preocupen por “nuestros pecados”. De
eso ya nos cuidaremos nosotros.
Un abrazo “paciente”,