MI BLOG DE COCINA

miércoles, 14 de octubre de 2015

EL PASO DE LA PALOMA

Hola:


Corría el Año del Señor 1977 y yo, un pipiolo de 16 años, estaba trabajando en un empresa (de cuyo nombre no quiero acordarme) cuyas ventanas daban a un colegio infantil.

Tenía, por aquel entonces, un compañero (de cuyo nombre si me acuerdo pero que no voy a mencionar aquí) mucho mayor que yo que, a las 8:55 AM "exactamente" dejaba lo que estaba haciendo y se acercaba a la ventana para ver, lo que el denominaba, "el paso de la paloma" y que no era otra cosa que la procesión de madres jóvenes acompañando a sus hijos/as al colegio.


Tenéis que tener en cuenta que estamos hablando de otras épocas, "Deo gratias" ya pasadas, mucho más machistas que las actuales así que nadie se me ofenda por aquello.


Yo, que en posts anteriores me he definido como "voyeaur", o sea, observador de la gente, siempre que puedo (que no es mucho, la verdad) y viviendo, como vivo, cerca de otro colegio, he visto durante años los cambios que se han producido en "el paso de la paloma" y eso me ha permitido analizar los cambios que se han producido en la sociedad de nuestro país.


El cambio más importante ha sido el incremento (hasta llegar a la casi paridad) de padres (que no madres) que acompañan a sus hijos al colegio. Está claro que el rol del hombre ha cambiado radicalmente desde aquel año hasta ahora. La mujer se ha incorporado al trabajo ("ha salido de la casa") y que el hombre ha ido progresivamente haciéndose cargo con más responsabilidad sobre la crianza de sus hijos.  ¡Ese ha sido un cambio "para bien"!.


Sin embargo, de un tiempo a esta parte, he observado otro cambio muy significativo y es el número de "abuelos" que sustituyen a los padres en esta función de acompañamiento. Esto, de por si, no es malo ya que implica que, como comentaba en el párrafo anterior la mujer se ha incorporado definitivamente al ámbito laboral. Sin embargo, según parece, los abuelos no solamente hacen esa función sino que les dan de desayunar, comer, etc. y eso..... ¡eso es una consecuencia de la crísis!.


A mi, que he sido educado por mis padres directamente, me da un poco pena que los hijos vean cada vez menos a sus progenitores. Sin embargo, estoy tranquilo porque ¿Quién mejor que unos abuelos para dar cariño a sus nietos?


Un abrazo,


Esteban