MI BLOG DE COCINA

viernes, 28 de noviembre de 2014

INCORRUPTUS

Hola:

Hay temporadas en que no tienes el cuerpo para bromas y, entonces, lo es mejor no escribir ... que ya sabéis que los post "los carga el diablo".
 
Por otra parte, los temas de inspiración de las últimas semanas eran bastante limitaditos. Uno, el asunto del famoso "9-N", del que no me apetecía hablar y otro, el no menos famoso "Corrupción" que me produce tal urticaria que no gano para loción de calamina.
 
Yo que, ingenuamente, siempre he defendido la honestidad "en general" de los políticos, estoy en trance de perder la virginidad y no me gustaría hacerlo de mala manera, en la colchoneta sarnosa de un escándalo cualquiera.
 
La vida, a lo largo de los años, me ha dado un montón de azotes con la zapatilla de la descarnada realidad. Los zapatillazos solían picar pero no hacer una daño real ni dejar una marca permanente pero, misteriosamente, me han empezado a salir cicatrices emocionales en heridas que desconocía que tenía.
 
No me atrevo ya ni a ver la TV no vaya a ser que me pase como a la mujer de Lot y me convierta en una estatua de sal. ¿No habrá ni un solo hombre justo en nuestra Sodoma? .
 
Ya sabéis que, en el fondo, yo "quiero creer" y eso me lleva a pensar que la cosecha de manzanas está fundamentalmente sana aunque haya algunas de ellas podridas en la superficie.  Ya se sabe que la fruta podrida tiene tal hedor que no deja percibir el suave aroma de la fruta sana.
 
Hay algunos corruptos ¡como no darse cuenta! pero estoy seguro de que la mayor parte de nuestra sociedad es, como el cuerpo de algunos santos, "incorrupta".
 
Lo único que me preocupa es que la podredumbre tiene la facultad de extenderse y, si no separamos rápidamente lo bueno de lo malo, nos encontraremos con una cosecha totalmente pútrida, o lo que es lo mismo, una sociedad incapaz de pervivir y avocada a su propia autodestrucción.
 
Un abrazo "incorruptus",
 
Esteban