MI BLOG DE COCINA

viernes, 6 de febrero de 2009

PROHIBIDO FUMAR EN LA PISCINA

Una de las cosas que más engancha de tener un blog es la sensación de poder que te da la capacidad de elegir el tema que quieres sin tener que preguntar a nadie. Es cierto que “la tiranía de la audiencia” también está presente en este mundillo (hablo como si tuviera un montón de experiencia y solo llevo 4 meses con el blog) y te condiciona a elegir temas que interesen al mayor número de gente posible pero, al final, la decisión es tuya y solo tuya y esa capacidad es enormemente gratificante. Os cuento esto porque he estado meditando para averiguar la causa de que me guste tanto “bloggear” y esa ha sido la conclusión: “la libertad para crear”.
Hoy me apetecía hablar de “drogas y deporte” y me he fijado que había una noticia que me iba de perillas. Aquí va el titular: La Federación de EEUU suspende tres meses de toda competición a Michael Phelps por fumar marihuana. Como supongo todos sabéis, a Michael Phelps, ganador de 8 medallas de oro en los JJ.OO. de Pekín 2008, “le han pillado con el carrito de los helados”, o lo que es lo mismo, apareció en una fotografía fumando lo que, aparentemente, era marihuana. Al parecer, la fotografía fue tomada a finales del año pasado. El nadador ha reconocido su error y ha pedido disculpas. Aunque este caso no parece tener relación directa con lo que se llama “dopaje” (extraña castellanización de la palabra inglesa “doping”) me da píe para entrar en ese tema.
Antes de nada quiero mencionar que el uso de sustancias para mejorar el rendimiento deportivo no es, precisamente, algo nuevo. Podemos remontarnos aun más atrás pero, en la época de las Olimpiadas griegas, los atletas, ya acudían a brujos, médicos, curanderos y sacerdotes para que les suministraran algo que incrementara su vigor, rapidez o resistencia. La diferencia con la situación actual estriba, fundamentalmente, en dos factores. En primer lugar, las sustancias usadas en la antigüedad (salvo honrosas excepciones) eran de muy dudosa eficacia y (también salvo excepciones) iban desde la inocuidad al peligro de envenenamiento. Ahora, sin embargo, las sustancias usadas permiten al deportista el incrementar su rendimiento drásticamente (y siguen siendo muy peligrosas). En segundo lugar, en aquel tiempo, esta practica, no estaba mal vista ni era delito. Y no hablemos de otras prácticas corruptas tales como el soborno, el envenenamiento del contrario, etc. que usaban los “idolatrados griegos” para conseguir ganar a toda costa la competición.
No dejo pasar un segundo más sin expresar mi opinión en contra del dopaje. Lo que pasa es que hay que desgranar las razones que se alegan habitualmente para esta postura de oposición porque, veréis, hay algunas que me parecen bastante discutibles.
Se alega que el dopaje es una “trampa” ya que adultera la competición al dar una ventaja a unos deportistas sobre otros. Esta razón es “peligrosa” ya que ¿qué pasaría si todos los deportistas se dopasen? ¿sería entonces “menos malo” doparse? ¿no importaría doparse si se realiza un deporte no competitivo?. Con estas dudas, no me vale como razón objetiva.
También se alega que “el dopaje es peligroso para la salud de los deportistas”. Esto es absolutamente cierto y conocemos multitud de casos de fallecimientos derivados de la ingesta de drogas anabolizantes, por ejemplo. Y ahora viene la pregunta ¿y si se descubre una droga totalmente segura? ¿sería entonces aceptable el dopaje?
Como veis, los argumentos “al uso” son, cuanto menos, discutibles así que ¿por qué estoy en contra del dopaje si yo mismo rebato los argumentos que se dan?. Pues la respuesta es muy sencilla. Estoy en contra del dopaje, lo mismo que estoy en contra del uso de drogas, (incluido el fumar, aunque sea fumador, e incluido el alcohol, aunque me guste una buena copa de vez en cuando), porque al ampliar las capacidades del ser humano (ya sean físicas o mentales) lo convierten en algo diferente a lo humano. No lo convierten en un”super-hombre” sino que lo convierten en un “no hombre” y yo, con toda la humildad de que soy capaz, me siento orgulloso de lo que soy y no quiero cambiar.
Un abrazo “limpio de drogas”
Esteban