Hola:
Hoy me siento deprimido.
Ayer tuve “un mal día”. Esta noche no he hecho más que darle vueltas a
la cabeza sobre mis valores y me ha costado mucho llegar a una conclusión. Me explico.
Yo me considero un hombre “de paz”, que intento respetar a todo
el mundo. Es improbable que yo levante la voz, es muy difícil verme soltar un exabrupto
y más difícil todavía oír que salga un insulto de mis labios. Intento la
negociación antes que el enfrentamiento y, en el enfrentamiento (si no queda
otro remedio), utilizo siempre las reglas de cortesía. Prefiero convencer a
vencer. No me considero un cobarde sino,
simplemente, un hombre educado y razonable
No voy a contaros el caso pero, ayer, me di cuenta que los
que más gritan, los que atacan sin piedad, los que insultan, los que faltan al
respeto, los que ….. , acaban por ganar la partida.
He estado dudando entre seguir como estoy, viendo como
pierdo batalla tras batalla o, por el contrario, replantearme mis valores e
implantar lo que yo llamaría “la Pax Estebanorum”, que por similitud a la “Pax
Romanorum”, sería algo así como derrotar al enemigo hasta su aniquilación total
y después, dormir tranquilo, con el silencio de los cementerios. ¡El poder es muy jodido! (y que se me perdone
la expresión) porque te hace dudar de tus principios.
He dudado pero también he llegado a la conclusión de que
cambiar mi forma de actuar sería darles una victoria fácil a los enemigos ya
que, la renuncia a mis principios no significaría solo perder unas batallas,
sino perder la propia guerra.
Así que, voy a seguir así, como yo soy, y como dijo Winston
Churchill iré “de derrota en derrota hasta la victoria final”.
Un abrazo “reconciliado conmigo mismo”,
Esteban