Hola:
Acabo de llegar a una inquietante conclusión: EL PRESENTE NO
EXISTE.
Era de todos conocido que el pasado no existía, precisamente
porque ya había pasado (solo existían sus consecuencias), y que el futuro no
existía porque todavía no había acontecido pero ahora me he dado cuenta de que
tampoco existe el presente.
No pretendo hablar de “universos paralelos” y cosas así sino de
algo más simple: ¿Cómo medimos el tiempo?.
Normalmente usamos los días, horas minutos y segundos ¿no? pero
eso no son más que convenciones que hemos acordado para nuestra vida diaria. Si
lo pensáis bien, la mayoría de las cosas ocurren en fracciones de tiempo que nada
tienen que ver con esas medidas. La luz, por ejemplo viaja a 300.000 Kms. por
segundo luego, la luz, para recorrer un simple metro tardaría 1/300.000.000 o,
si lo preferís, 300 milmillonésimas de segundo (o nanosegundos) ¿os podéis
siquiera imaginar es cifra?. Pero es
que, si tenemos que creer a Einstein, a esa velocidad el tiempo “se para” o
sea, que si fuésemos capaces de construir una nave que llegara siguiera a
acercarse a esa velocidad, por nosotros no pasaría el tiempo o pasaría muy
lentamente.
Y ya vamos al meollo de la cuestión: El concepto de “ahora”
¿A qué nos referimos con él? ¿Al momento que hablamos? Mientras empezamos,
siquiera a abrir la boca para mencionar la primera sílaba, ya han pasado
incontables nanosegundos luego, no es el mismo “ahora” al iniciar una frase que
al acabarla. Nuestro propio pensamiento, por propia biología, es
ligeramente más lento que la velocidad de la luz luego cuando pensamos en algo,
ese algo ya ha cambiado.
En nuestra vida diaria eso no tiene casi importancia pero, a
pesar de todo, cuando escucho la frase “CARPE DIEM” o “VIVE EL MOMENTO” no puedo
por menos que preguntarme ¿A qué momento se refiere? ¡Si ese momento ya ha
pasado!.
Las conclusiones a las que puedes llegar siguiendo estos
razonamientos te llevarían tan lejos como pensar que NADA EXISTE REALMENTE (no
soy muy original en esto, lo siento) y convertirte en un SOLIPSISTA lo cual,
puede parecer muy bonito filosóficamente, pero te convertiría en un “bicho raro”
y este tipo de personas no gustan mucho.
Así que, por primera vez desde que tengo recuerdos, voy a
dar un paso atrás (por si acaso me leen mis jefes) y desdecirme de todo lo
dicho. ¡Qué conste que no era más que el juego intelectual de una persona que
tenía 10 minutos para pensar!. El tiempo
es tan real como el ordenador en el que estoy escribiendo y la mejor prueba es
que, dentro de 10 minutos, tengo una reunión a la que no puedo faltar.
Pero, lo creáis o no, me sigue corroyendo la duda por dentro………
Un abrazo “desconcertado”
Esteban