MI BLOG DE COCINA

martes, 15 de junio de 2010

ESQUIZOFRENIA


A raíz del post de ayer he recibido algunas críticas que me acusan de tener una cierta esquizofrenia. Entiendo que se refieren a mi ecléptica actitud ideológica y no a mi estabilidad mental que, aunque pueda estar en duda, nadie de los que ha comentado me conoce lo suficiente para juzgarla.

Vaya por delante mi opinión de que, no me ofendo por las críticas sino más bien todo lo contrario. Ya sabéis que la voluntad de este blog es, precisamente, el fomentar el intercambio de ideas dispares. Además, considero que la crítica no es tal, sino más bien un elogio. Tengo ya suficientes años a mis espaldas (y suficientes heridas) para saber que el blanco y negro puros no existen y que lo que podemos percibir no son más que diferentes tonalidades de gris.

Los “packs” ideológicos, que te venden la verdad absoluta, son todos un fraude (lo mismo que los remedios milagrosos para adelgazar) ya que la vida es demasiado compleja para explicarla en unas pocas líneas del manual de cabecera de una ideología concreta. Los maniqueísmos, además de perversos “per se”, no sirven para explicar la realidad. Los fundamentalismos son dañinos e irracionales.

Mi ideología personal, que parte de mi visión del mundo (a través de las lentes talladas por mi experiencia vital), me dice que las personas deben recibir de la sociedad en función a lo que aportan (“De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”). También me dice que los que no pueden aportar, por la causa que sea, deben ser apoyados por el resto. Otra cosa que me parece obvia es que, si vivimos en sociedad, debemos dotarnos de unas reglas de convivencia mínimas que deben ser acatadas y respetadas por todos, hasta que todos decidamos cambiarlas. A partir de ahí, que cada uno haga lo que quiera, que cada uno se dote de la religión que le parezca, que tome la opción sexual que le venga en gana, que………… ¡que cada cual ejerza su libertad individual hasta los límites que pueda!.

Por cierto, no puedo evitar citar aquí a Groucho Marx que, en el colmo del cinismo, dijo aquello de “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”. Yo, que no tengo la brillantez de Groucho, diría algo así como “Estos son mis principios. Si se demuestran erróneos, estoy dispuesto a cambiarlos”.

Otro día, con más tiempo, pienso hablar del ”derecho a la propiedad” que me parece que puede ser un tema interesante de debate.

Un abrazo “mentalmente estable”