MI BLOG DE COCINA

sábado, 22 de noviembre de 2008

EL FRACASO FINAL


Estoy seguro de que todos habéis tenido alguna vez la idea de que “hay días que es mejor no levantarse de la cama” ¿verdad?. Pues me entenderéis si os cuento que hoy es “uno de esos días”. Por cierto, al hilo de esta frase, me permito un inciso para decir que los anuncios de tampones y compresas me parecen hechos para subnormales y, por lo tanto, creo que son un insulto para todas las mujeres. En fin, “tiremos para adelante”.

La noticia, que voy a comentar hoy, no ayuda precisamente al optimismo pero ¿qué le vamos a hacer?. Paso, sin más, al titular: “Un joven norteamericano difunde su suicidio en directo a través de Internet”. Por lo visto, el joven norteamericano Abraham Biggs, de 19 años, que había comenzado a anunciar su plan 12 horas antes en un portal de la red, se suicidó “en directo” el pasado miércoles delante de su camara web y ante una nutrida audiencia de internautas.

Ya sabéis que siempre sucumbo a la tentación de obtener las múltiples facetas (que yo llamo “aristas”) de las noticias. De ésta, en concreto, se podrían sacar más de una decena de temas y cada uno de ellos podría dar para varios posts pero, como es habitual, me voy a centrar en algunos que me interesan más que los otros. A los comentaristas les toca, como hacen siempre, abrirme los ojos sobre los otros aspectos que me he dejado “en el tintero” (que antiguo soy, Díos mío, debiera haber dicho “en el teclado”).

La primera faceta que quiero destacar es el propio hecho del suicidio. Así como la muerte es “el acto final” de la comedia de la vida, el suicidio es el fracaso final. Es como si, a mitad de representación, un actor decidiera bajarse del escenario, abandonandolo todo. Cuando alguien se suicida (y no voy a entrar en este párrafo a analizar las causas ni a juzgar a los que toman esta terrible decisión) reconoce de manera explicita que el fracaso de su vida. Yo me considero un hombre luchador y puedo reconocer que me he sido vencido, pero no me gustaría llegar a perder las ganas de volver a intentarlo. No puedo decir “de este agua no beberé” ya que he visto gente con terribles depresiones y se lo que son. Yo mismo he estado desesperado, de verdad, alguna vez pero, siempre he decidido levantarme y seguir luchando. A mi me salva mi propio “ego” que me impide rendirme, lo reconozco.

Los suicidas que anuncian su intención están realmente emitiendo un grito de “auxilio”. En este caso, una de las cosas que más me han impresionado es que la noticia dice que hubo internautas que le animaron a hacerlo. ¿Quién puede ser tan desalmado para animar a alguien a matarse? ¿Es que estamos todos volviéndonos locos?. Quiero pensar que los que lo hicieron no pensaron realmente que el chico iba a ejecutar su acción pero ¿dormirán tranquilos a partir de ahora?

Por último (no quiero alargarme mucho), y por favor que no se entienda lo que voy a decir como una falta de respeto, hay un cierto narcisismo en la acción de este muchacho. No solo se suicida sino que además lo transmite en directo. Está claro que quiso “tener su minuto de gloria” y lo consiguió. No se si se dío cuenta de era un último minuto y que no iba a poder volver a ver la grabación como quien mira el álbum de fotos de las últimas vacaciones.

Se ha perdido una vida, se ha perdido un proyecto cuando casi no había empezado a desarrollarse (¡solo tenía 19 años!). La muerte siempre es un drama y es un drama, sea cual sea, la forma. Pero cuando la muerte se produce de esta manera tan inutil, tan vana, tan fútil, es quizás todavía mas dificil de comprender.

Un abrazo “entristecido”

Esteban