MI BLOG DE COCINA

lunes, 22 de septiembre de 2014

UNA RED DE MENTIRAS

Hola:

La noticia de hoy es realmente curiosa: "Una joven hace creer a su familia que está de viaje sin abandonar su habitación".  Por lo visto, una chica holandesa llamada Zilla Van Den Born, hizo creer a su familia que estaba de viaje por Laos, Camboya y Tailandia, mientras estaba tranquilamente en su casa.  El medio usado fue Internet ya que se conectaba con ellos, mediante Skype, a horas "intempestivas" y enviaba fotos retocadas con los fondos adecuados.  La chica en cuestión, que se va a forrar con el libro que ha editado después, solo  pretendía demostrar lo fácil que es deformar la realidad a través de Internet y las redes sociales.

Siendo, como soy, un apasionado de Internet, suelo decir que "si no existiera, habría que crearlo" pero no me olvido de que la red es una herramienta "de uso libre", en la que cada uno pone lo que quiere y, por lo tanto, debo tener cuidado de no creerme que lo que aparece publicado es "palabra de Dios".

Como sabéis, yo suelo poner enlaces hacia Wikipedia (que suele ser una fuente bastante seria), pero espero que todo el mundo sea consciente de que "los usa a su propio riesgo" ya que no puedo poner la mano en el fuego de que contengan información correcta.

Todavía me acuerdo de la historia que me contó un amigo (por razones obvias no voy a dar más datos de filiación) sobre una relación, por chat, que mantuvo con otra persona. Era la época en la que todavía no existía skype, por cierto. Este chico, sin ser un horror, era "bajito, gordito y calvito" pero se describió, a efectos de presentación,  como moreno, 1,75 mtr. de estatura y 75 Kgs. de peso. Cuando llegó la hora del "intercambio de fotos", no se le ocurrió otra cosa que enviar una foto "sentado" de cuando era 15 años más joven y...¡se quedó tan ancho!.  Su interlocutora (ya habréis adivinado que era chica), a su vez, se definía como morena de pelo largo, ojos verdes y apasionada de los deportes, cosa que confirmó con una foto que correspondía bastante bien con la descripción.  Pasó el tiempo, su relación fue avanzando y dándose cuenta de que tenían una muy buena conexión decidieron que era el momento de conocerse "personalmente". Mi amigo estaba preocupadísimo porque se iba a descubrir su mentira y me pidió consejo. Yo le dije: "Ya que estás en ello, vete a la cita y ¡que sea lo que Dios quiera!".  Tiempo después, me lo encontré y, claro está, le pregunté que había pasado con la famosa cita. Resultó que "la morena de ojos verdes" era un señor de 50 años, ingeniero industrial, que trabajaba en una plataforma petrolífera.   Ahora viven, felizmente juntos, una historia de amor apasionado.

El otro día, una prima mía apasionada de las medicinas alternativas, estaba empeñada en que me tenía que someter a una terapia de REIKI para resolver mis dolores crónicos. Para demostrarme los beneficios de esta técnica, me mostro una página web en la que quedaba claro que la terapia era capaz de curar desde un dolor de muelas hasta las hemorroides.   Yo entonces me acordé de la historia que os he contado y le contesté que "a mi, las manos, solo me las imponía mi mujer" o, en su defecto y ausencia, Cristina Pedroche.

Un abrazo "mentirosillo",

Esteban