Nuevo look. Nueva etapa. Estoy
contento porque, aunque me había acostumbrado a la sencillez de la plantilla
antigua (que me parecía “elegante”) ésta parece que ha tenido una buena acogida
y……, después de todo, hasta me está empezando a gustar. Bueno, vayamos al tema
de hoy.
He escogido el siguiente
titular: “Un suicida deja tres muertos en Kabul al
inmolarse frente a la Embajada alemana“ . Según parece, al menos dos
civiles y un soldado estadounidense murieron ayer cuando un suicida detonó la
carga, que transportaba en su vehículo, frente a la Embajada alemana y una base
militar de las tropas de Estados Unidos en Kabul. El hecho ocurrió a las 9:45
hora local (6:45 hora española).
Teniendo en cuenta “la que está
cayendo” incluso me ha extrañado ver que esta
noticia era objeto de un titular. Nos estamos acostumbrando a que día
si, día también, se produzca una masacre (de mayor o menor tamaño) en algún
país del mundo provocada por un descerebrado que se suicida para ver si
consigue matar a otros. Es tanta la repetición que acaba por ser normal y deja
de impresionarnos y, por lo mismo, de ser noticia.
Hay noticias que me impresiona,
otras me horrorizan, otras me hacen reír, pero estas “inmolaciones” lo que me
dejan es perplejo (no creáis que soy insensible pero si es cierto que me he
insensibilizado) porque no soy capaz de entenderlas racionalmente, ni siquiera
haciendo un esfuerzo de empatía. No tolero el asesinato pero soy capaz de
entender que alguien asesine por odio, venganza o incluso locura. No me parece
que el suicidio sea una salida pero entiendo que alguien puede suicidarse por
desesperación o enajenación. Incluso, haciendo un gran esfuerzo de imaginación
podría entender que alguien, combinara las dos cosas para conseguir, mediante
su suicidio, aplacar su odio contra una persona concreta. Lo que me hace
permanecer en la perplejidad absoluta es que haya un
ser humano, que sea capaz de suicidarse para matar indiscriminadamente,
sabiendo que su sacrificio va a ser absolutamente inútil ya que no va a
conseguir nada definitivo con él.
Entiendo el concepto de “lavado
de cerebro”, entiendo que su interpretación del Islam “les catapulta
directamente al cielo” si mueren por la guerra santa, entiendo que su odio
personaliza a todos los occidentales como si fueran un único enemigo pero
sacrificar todo por algo intangible me parece tan absolutamente estúpido que no
lo entenderé nunca.
Bueno, espero que ahora no
llegue ningún comentario diciendo que “no entiendo el Islam”, que soy un”
jodido retrogrado racista”, que mi evidente fascismo me hace despreciar otras
culturas y religiones. Espero realmente que no exista nadie que sea capaz de
dudar de mi tolerancia. Yo, lo único que quiero es
vivir en paz y dejar vivir en paz “al otro” cualquiera que sea su raza,
religión, sexo o condición social. Para mí eso es la tolerancia y, si mi
definición no es académicamente correcta, lo siento, pero es lo que me parece
que debe ser.
Un abrazo “perplejo”
Esteban
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