Después del educado
comentario-rapapolvo de Juancar
al post anterior, en el que consiguió quedarse justo en el termino medio entre
el elogio y la crítica, no me queda más remedio que escribir un artículo
“serio” y olvidarme por un tiempo de la entrega de premios. Sinceramente creo
que la crítica era, a todas luces, correcta. Este blog tiene, como seña de
identidad, ser un “blog de opinión” y, sin pretenderlo, me estaba perdiendo,
poco a poco, en la jungla de los blogs “de relaciones amistosas” (con todo mi
respeto para los que gestionan ese otro tipo de blog). Vuelvo pues a los
orígenes y os comento la noticia de hoy.
El titular que voy a glosar es:
“Y en el origen… estaba Darwin“.
Es obvio que el artículo correspondiente hace referencia a la conmemoración hoy
12 de Febrero de 2009, del bi-centenario del nacimiento de Charles Darwin,
célebre autor del “Origen de las Especies” y padre putativo de la “Teoría de la
Evolución mediante la Selección Natural”. No voy a aburriros con las
vicisitudes de la vida de Darwin (para eso os he puesto un link en su nombre)
pero si os diré que pocos hombre han tenido una influencia tan grande sobre el
desarrollo de la ciencia moderna como él. Por supuesto, en una época tan
convulsa y fructífera como la que el vivió (tened en cuenta que hablamos de la
primera mitad del siglo XIX, el siglo de los descubrimientos geográficos) hubo
otras personas, como Alfred Russell
Wallace, que trabajando en el mismo campo hicieron
también sus aportes y llegaron básicamente a las mismas conclusiones que Darwin
pero, algo tenía este hombre, que consiguió pasar a la historia, seguramente
sin siquiera planteárselo.
Ya
sabéis que mi “amor” (no se calificarlo de otra manera) por la Ciencia es inmenso. Y, no olvidemos que un
pilar básico del avance científico es la Investigación. Darwin, es uno de los
paradigmas de la investigación de campo y por eso es una figura que, a mi
parecer, merece ser recordada y homenajeada. Por supuesto que Darwin ha quedado
obsoleto y muchas de sus conclusiones han quedado desplazadas por el avance de
la genética pero ¿Qué es la Ciencia sino un
edificio que se va construyendo, poco a poco, desde el suelo el cielo?
Si estáis de acuerdo con eso, estaréis también de acuerdo conmigo que este
hombre fue un excelente cimiento del edificio de la biología.
Darwing vivió en vida los
ataques de las fuerzas reaccionarias. Los mismos que condenaron a Galileo o que
enviaron a la hoguera a Miguel Servet, y que son
los mismos (o parecidos) que ahora condenan el matrimonio homosexual, la
eutanasia o el derecho de la mujer a decidir sobre el aborto, intentaron
acallar su voz pero, ya no estábamos en las épocas oscuras del medioevo
y no pudieron frenar los cambios que se avecinaban.
Aun quedan voces que defienden
teorías absurdas como “el diseño inteligente” pero cada vez son menos. Aun
quedan personas empeñadas en parar en seco el tren del conocimiento pero, no
tienen ninguna posibilidad de vencer aunque a veces parezca que ganan alguna
batalla. Mientras haya hombres como Darwin,
seguiremos avanzando.
¡ Loor a Charles Robert Darwin
en el bi-centenario de su nacimiento !.
Un abrazo “orgulloso”,
Esteban