A diferencia de Abril, que tiene fama de variable, Mayo solía ser un mes
relativamente tranquilo (en cuanto a lo meteorológico). Sin embargo, este año,
el mes de las flores está resultado ser todo un pozo de sorpresas.
Tenemos nubes tormentosas en política, a saber, cambios
en el Reino Unido, Angela Merkel pasándolas negras en Alemania, cada vez más
problemas para Zapatero en España, etc.
Por otra parte, los vientos de la economía no paran de
traernos nubarrones desde hace algunos meses pero, al parecer, la cosa arrecia
y sigue habiendo funestas perspectivas para Grecia, Portugal, España y “vete tu
a saber quien más”.
Y ahora, para acabar de arreglarlo, las nubes de cenizas
volcánicas (del impronunciable volcán Eyjafjalla) nos vuelven a hacer la
pascua, cerrando aeropuertos a diestro y siniestro, y poniendo de manifiesto la
fragilidad de las estructuras del transporte aéreo en Europa.
Debe ser que me he levantado hoy bajo de forma (yo soy
uno de los afectados por las cancelaciones de los vuelos de hoy) pero, por más
que miro no veo más que nubes negras en el horizonte.
Un abrazo “pesimista",
Esteban
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