Mira que estoy
alejado de los programas del corazón, mira que no leo una revista “de esas” ni
en la consulta del dentista, mira que enterarme de la vida de los demás me
importa un carajo, mira que …….. ¡ No he podido resistirme ! .
En un informativo
diario de TV (o “Telediario” para que todo el mundo me entienda) he visto la
noticia de que el Sr. Ortega Cano ha acudido al juicio por el accidente de
automovil que le costó la vida a D. Carlos Parra. No sé cuantos juicios por
accidentes mortales se celebran en este país en un año pero me imagino que
pocos de ellos tienen la cobertura mediática de este juicio. Esto, que me
parece bastante triste, me demuestra que “hay acusados de
primera y de segunda división“.
Por un momento,
viendo las imágenes del Sr. Ortega Cano, acudiendo al juzgado en una silla de
ruedas y profundamente apenado, me he sentido solidarizado con él. Lo que pasa
es que luego he recordado que había una persona muerta y se me ha pasado la
solidaridad, como se pasa la fiebre cuando te tomas un paracetamol.
No se me pasa por la
cabeza juzgar este caso, ¡Para eso están otros!. Al parecer el fallecido iba
por su carril, a la velocidad permitida, ….. así que las pruebas periciales
dirán quien es el culpable del accidente. Supongo que, culpable o inocente,
descuido o negligencia, el Sr. Ortega Cano estará “pasando las de Caín” (que
para nadie es plato de gusto el tener que vivir estas circunstancias). Yo, que
soy conductor habitual, siempre tengo miedo de meter la pata y que alguien
salga malparado así que, cuando escucho estas
noticias, se me pone un mal cuerpo “empatico” de órdago.
Insisto en que no me
siento capacitado de juzgar pero si me siento en mi derecho de decir que ¡basta
de circos!. Que los tribunales decidan lo que tengan que decidir y ¡ya está!. No
hagamos más dura la pena de la familia del fallecido ni tampoco la pena del
famoso y su familia.
Un abrazo “apenado”,
Esteban
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