¡Que nadie se lleve
las manos a la cabeza! ¡Que no he decidido empezar a usar palabras malsonantes
en mis post! pero seguid leyendo y lo veréis………
No se si mucha gente
sabe que las “hostias” u “obleas” que se usan en la misa católica, se fabrican
partiendo de láminas (compuestas de una pasta de harina y agua) mediante un
sacabocados circular de diametro determinado. La parte de la lámina que queda
despues de la extracción de las secciones circulares se llama (o así la
conociamos) “recortes”. ¡Cuantas bolsas de esos recortes me habrá dado el cura
de mi barrio por echarle un cable moviendo los bancos de la iglesia cuando era
crio!. Mezclados con leche fria eran una delicia, por cierto…….
Como véis, no hay
que confundir las “hostias” con las “ostias” que, evidentemente tienen otro
siginificado.
Lo que pasa, no os
voy a engañar, es que el título de marras me da píe para hablar de otros
“recortes” y de otras “ostias”.
Tengo la sensación
de que nos están vendiendo el mensaje de que los recortes son unos sacrificios
que tenemos que hacer (y ahí si que estaría bien usar la acepción de “hostia”
como “cosa que se ofrece en sacrificio”) para arreglar el desaguisado aunque
realmente los que nos quieren decir es que nos tenermos que tragar los recortes
“a ostias”, o sea, “por cojones”.
Yo no se si la
política de recortes es la acertada o si hay que hacer una política expansiva
para relanzar la economía o ¡yo que se! pero de lo que si estoy seguro es que
los ricos van a seguir siendo igual de ricos (o más) y los pobres van a seguir
siendo igual de pobres (o más) despues de estas medidas.
¡Y que siga la
juerga!
Un abrazo
“desesperanzado”
Esteban
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