“Septimanus Horribilis”, o sea, una semana para intentar olvidar. Todo lo que me ha podido salir mal me ha salido mal, con lo que he podido comprobar “en carne propia”, una de las más fundamentales leyes de Murphy. Por supuesto, en estas circunstancias nada de escribir un post, nada de contestar comentarios, nada de comentar en otros blogs y, en consecuencia, como la regla de la reciprocidad es sagrada por estos lares, mi último post lo han leído solo “los más incombustibles de mis comentaristas”. A veces tengo la sensación de que solo nos leemos “entre nosotros” practicando una férrea endogamia.
Hoy no tenía ganas de leer ningun períodico, ni de escuchar “un parte” (así le llamaban mis abuelos), así que voy a sacar un tema de mi cosecha, a saber, “El Horóscopo“. Es prácticamente imposible encontrar un diario, semanario (que no semanal) o revista, sea de la temática que sea, que no tenga, en algún lugar de sus últimas páginas, el omnipresente Horóscopo.
Tengo que haceros una confesión: Yo, que me vanaglorio de ser el más racional entre los hombres, leo el horóscopo todos los días. No me creo una palabra de lo que me predicen los astros pero, aún así, lo leo con atención y tengo que decir que me alegro cuando me predice algo bueno y me preocupo cuando me augura males sin fin. Supongo que el intentar conocer el futuro es un atavismo, profundamente incrustado en los genes del ser humano, del que es dificil escapar. Soy consciente del carácter acientífico del “horóscopo” y, sin embargo, no dejo de sonreir con esperanzado escepticismo cuando me predice: “un día de exitos profesionales a tutiplén”.
El post de hoy ha venido a cuento porque, durante toda la semana, las predicciones astrológicas de los “Tauro” (grupo en el que estoy encuadrado), han sido inmejorables en en ámbito laboral (y también en otros ámbitos que prefiero no contar porque mi esposa suele leer este espacio de vez en cuando). Mis carcajadas, cada vez que he leído mi ración diaria de predicciones, han sido de tal magnitud que seguramente he despertado a mis compañeros de cafecito mañanero. He notado sus miradas, entre extrañadas y furibundas, así como un claro signo de interrogación en sus caras, signo al que yo, con una prudencia que a mi mismo me ha extrañado, he evitado responder. En otras palabras, que los astrólogos de los períodicos “no han dado ni una”.
No me puedo resistir a transcribiros el horóscopo de hoy para los Tauro: Mensaje del I’Ching: El Aumento. Fuerza y entereza para producir cambios. Tomá la iniciativa y lograrás una notable renovación. Amor: Seducción gracias al entorno astral. Encontrás un clima apropiado para concretar una antigua relación. Gran romanticismo y pasión. Si estás solo encontrarás tu alma gemela. Semana avasallante. Avanzarás sin miedo y, si hiciera falta, te tirarás a la pileta sin mirar, porque todo te saldrá a las mil maravillas. Dinero: Gracias al respaldo astral, tus proyectos profesionales se harán realidad. Avances, éxitos y propuestas positivas que no debés dejar pasar. Propuesta. Atractivas y lucrativas inversiones. Cualquier tramite o petición que realices en estos días te dará rápidos y beneficiosos resultados. Salud: ¡Gratificate! Realizar alguna actividad o hobby que te guste es indispensable para conservar la salud y la belleza.
Supongo que, después de estas palabras, no os extrañaréis que me haya puesto a llorar como un niño pensando en la semana que me espera.
Un abrazo “deconsolado”,
Esteban
3 comentarios:
Me parece que en el fondo crees mas en los horoscopos de lo que piensas,conozco algo a los tauros mi hija pequeña lo es y sois cabezones pero con un corazón de oro,olvida lo malo y piensa en lo bueno,con una actitud positiva todo ira bien.
Un besito guapo.
¡Oye! y que igual tienes razón que nos leemos entre nosotr@s y poco más...
Geni:
No creo mucho, de verdad, pero me hace gracia leerlos. ¡¡ Es ocmo un juego !!
Juan Carlos:
Pue eso es lo que me temo.
Os rcuerdo a los dos que es mejor que me leáis en http://champanporlastetas.soy.es
Un abrazo,
Esteban
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